Elogio a la duda
“La duda no significa parálisis de la acción, abre la posibilidad de llevar a cabo una acción razonada que no elimina los errores, cosa que no es de este mundo, pero que ayuda a reducirlos”.
“La duda no significa parálisis de la acción, abre la posibilidad de llevar a cabo una acción razonada que no elimina los errores, cosa que no es de este mundo, pero que ayuda a reducirlos”.
Si no se produce un cambio muy significativo en la calidad de la política que incluya la existencia robusta de un sujeto reformador y progresista que fortalezca el espacio disminuido de la centroizquierda, el país no podrá alcanzar un desarrollo capaz de crear riqueza y mayor igualdad social a la vez, ni de hacer las transformaciones productivas necesarias para tener éxito en un proceso de globalización cada vez más complejo y exigente, quedaremos prisioneros de un conservatismo mediocre o de quienes diseñan el futuro con propuestas del pasado.
El esfuerzo por la recuperación deberá ser gigantesco para evitar el camino de la mediocridad y decadencia que hará aumentar las tendencias que florecen en ese fango, autoritarismo, inestabilidad, demagogia, corrupción y criminalidad en el marco del aumento de la desigualdad social y la polarización política.
El camino a seguir lo conocemos desde los últimos treinta años y éste pasa por la solidez democrática, la fortaleza de las instituciones y por la transformación productiva con mayores niveles de igualdad.
La identidad abierta es aquella que puede producir acumulación civilizatoria, que acepta y valora al otro, al diferente, en quien reconoce una humanidad compartida. La identidad abierta no se define por la adhesión a una sola identidad colectiva, determinante y definitiva, puede pertenecer libremente a varias. Ella reconoce la pertenencia múltiple del individuo.
“quienes tenemos ya un recorrido de vida hemos visto muchas cuestiones “categóricas” que llegaron para quedarse mil años y solo se quedaron pocos años. Entonces es mejor buscar los acuerdos necesarios. Eso no significa conservadurismo. Ojalá haya en esta convención al menos treinta justos que, desde sus distintos lugares, sean capaces de influir por un texto que sea a la vez progresista y democrático y que pueda enmarcar el proceso de cambios que necesita Chile para el futuro”.
En vez de agitar miedos y deserciones, quienes tienen responsabilidades políticas harían bien en considerar el proceso de cambio constitucional como un espacio particularmente favorable para reforzar las virtudes republicanas a través de la generación de una Constitución en la que quepamos todos, en vez de imaginarlo como un nuevo campo de batalla que haga imposible una legitimidad compartida.
Frente a la situación actual no hay tarea política más importante que la reconstrucción de las confianzas, y ello comienza por respetar las reglas del juego existentes, acatar el lugar donde la voluntad democrática colocó a cada quien y cumplir con los compromisos adquiridos en las negociaciones realizadas sin tratar de volver atrás, construyendo sobre esta base un diálogo con resultados.
El ejercicio democrático en estos días se llama cooperación con quienes están a cargo del gobierno en los aspectos sanitarios, de disciplina social y en el plano económico. Hay que chasconear la economía, pero responsablemente.
¿Puede alguien cuerdo pensar hoy ante la actual pandemia que existe una salida alternativa a una respuesta colectiva que se combine con la responsabilidad individual?
La empatía y la solidaridad no son solo virtudes admirables, son nuestro pasaporte de sobrevivencia.
Solos, cada cual por su lado, no valemos nada. Sin una sociedad organizada y un Estado responsable solo nos aguarda el abismo.
La contribución de Marx “es gigantesca y es por ello que, sin compartir su visión sistémica y sus visiones deterministas es posible utilizar sus conceptos , sus análisis , sus intuiciones y categorías para comprender la realidad. Un número importante de sus herramientas teóricas están tan incorporadas a las ciencias sociales contemporáneas que muchas veces son utilizadas con naturalidad como lenguaje teórico compartido”