¿Regularización acotada o expulsión ilimitada?
La hora actual no es para escuchar a agitadores que, compitiendo en paroxismo populista, vulgarizan una materia tan compleja como el fenómeno migratorio, mediante bravuconadas que solo atienden a sus particulares conveniencias electorales. No. Es la hora de respaldar el único camino serio para asegurar una migración segura, ordenada y regular.