El puerto y la ciudad de Valparaíso del siglo XXI

El ciudadano debiese recuperar su relación positiva y segura con el borde costero […] el asunto es encontrar el cauce común, donde el puerto lograría ser EN la ciudad y la ciudad lograría tener su puerto, pero, además, los ciudadanos, que son en sí mismos la ciudad, tendrían acceso para mirar, tocar y disfrutar de SU mar y bordemar.

Pedro Serrano R.
Director Unidad de Arquitectura Extrema, UTFSM. Presidente de Fundación TERRAM para el desarrollo sustentable. Socio del Foro de Altos Estudios Sociales Valparaíso

Hace algunos años, durante la administración anterior, la estatal empresa portuaria de Valparaíso presentó un megaproyecto de sitios de atraque para grandes barcos y extensas canchas de depósito de containers, que levantaban un muro de hasta 7 pisos de estas cajas metálicas en todo el frente de la ciudad. El proyecto que infructuosamente buscó la aprobación ciudadana, con problemas ambientales evidentes respecto de fondos marinos, posibilidades de tsunamis, entre otras, colocaba una inverosímil en impenetrable barrera entre la ciudad y su mar. Bueno, a esta idea no le fue bien.

Hoy en día, año 2022, las iniciativas anteriores no han prosperado. La ciudad se encuentra en una crisis acumulada en años que se coronó con el estallido social, el asalto de turbas incontroladas, que prácticamente quemaron buena parte de la zona patrimonial, arruinó de paso el comercio, para recibir el golpe final de ya tres años de pandemia. También el puerto está en una crisis acumulada en su relación con la ciudad: ya no es la gran fuente de trabajo para los habitantes de la ciudad, cuando daba trabajo a miles de estibadores; además hoy las oficinas de las agencias ya no son todas locales; y el puerto dejó de ser el “motor” del desarrollo de la ciudad. Los antiguos gremios de estibadores, miles de trabajadores porteños, que entregaban fuerza humana en la carga y descarga, fueron remplazados por los containers y grúas especializadas, cada vez más robotizadas, que requieren poco personal. También pasamos de veleros de cuatro palos a los grandes vapores, al Canal de Panamá, a las series de navíos Panamax -cuya cuarta versión cuenta con capacidad de 5000TEU- y a los los super post panamax – con 8000TEU (1 TEU equivale a un contenedor de 38m3)-. Aquí se detecta un embrollo mal resuelto, como por ejemplo: sacar desde la profunda cuenca geográfica de Valparaíso tantos containers sólo en camiones, uno por container. Nótese que también debiesen entrar camiones desde afuera, con carga chilena, incluso argentina o brasileña.

La buena noticia para la ciudad es que la actual administración plantea un puerto que no le dé la espalda a la ciudad y que sea parte integrada y participativa de su desarrollo, que no coloque murallas de containers en su frente ciudadano y que mejore el acceso al borde costero de los habitantes de Valparaíso. Por lo tanto, ya no son las hectáreas de canchas de containers frente a la cuidad, las nuevas opciones plantean extenderse un poco al oeste hacia San Mateo y desarrollar con la ciudad un borde más amable con el habitante, los pescadores artesanales y también con el turista. También está el plan gubernamental de un nuevo tren Valparaíso-Santiago con una posible recuperación mejorada de la antigua red con miras al largo territorio chileno y los potenciales internacionales

Con todo eso bien implementado la Empresa Portuaria de Valparaíso mejoraría su rol como actor en el desarrollo de la ciudad, junto con las Universidades, que son actualmente su principal motor, la Armada de Chile, las asociaciones de industrias locales, los operadores de turismo para y en la cuidad, las industrias culturales, la industria de la innovación y emprendimiento, una buen “hub” informático, el municipio, las organizaciones sociales y la gobernación, que debiésemos operar coordinados sobre una visión compartida sobre Valparaíso en el siglo XXI.

El ciudadano debiese recuperar su relación positiva y segura con el borde costero. Son 11 kilómetros para pasear, caminar, pedalear, con espacios para hacer deportes de tierra, acceder al mar con un club de regatas marítimas único en Sudamérica y un embarcadero gratuito para embarcaciones menores de placer y turismo, el muelle de cruceros y toda su actividad anexa, playas limpias y protegidas para la gente, un borde turístico y gastronómico, caletas de pescadores bien implementadas, etc. Hay ideas y proyectos al por mayor en nuestras universidades, sobre todo en sus carreras de Arquitectura y el asunto es encontrar el cauce común, donde el puerto lograría ser EN la ciudad y la ciudad lograría tener su puerto, pero, además, los ciudadanos, que son en sí mismos la ciudad, tendrían acceso para mirar, tocar y disfrutar de SU mar y bordemar.

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