Derechos Humanos

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El provincianismo del debate constitucional

La discusión sobre las garantías que posibilitarían la realización de los derechos sociales es completamente insuficiente si su horizonte analítico se encierra en los angostos límites del Estado-nación. Este se encuentra severamente desprovisto de competencias para reaccionar, aunque sea en el más mínimo grado, a las perjudiciales consecuencias globales de las decisiones de los países centrales en los ámbitos de las políticas militares, económicas y en particular las monetarias y sociales.
Una ilustración impactante de meridiana claridad que sintetiza esta situación es la flagrante infracción de los acuerdos que los Estados centrales han suscrito para mitigar y adatarse a los devastadores efectos del modo de producción en el calentamiento global del planeta.

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John Rawls: el nuevo derecho de gentes como utopía realista (2)

La pura persecución de los intereses racionales excluiría la razonabili­dad. De acuerdo con esos intereses, los fines del Estado hacen caso omiso al criterio de reciprocidad propio de la idea de justicia: “Si la preocupación del Estado por el poder es dominante y si sus intereses incluyen cosas tales como convertir a otras sociedades a la religión del Estado, ampliar su impe­rio y ganar territorio, obtener prestigio y gloria dinástica, imperial o nacio­nal, y aumentar su fuerza económica relativa, entonces la diferencia entre Estados y pueblos es enorme”

Opinión

La discusión sobre la sociedad cosmopolita no es un tema baladí

En este tiempo asistimos a un debilitamiento de la ONU nunca antes conocido desde su fundación. Este fenómeno está estrechamente relacionado con el surgimiento estrepitoso de nacionalismos ciegos que han proliferado en todas partes del mundo. Orban, Bolsonaro o Trump son solo algunos representantes de esa tendencia. Y aunque el último haya sido recientemente derrotado en las elecciones presidenciales, lo más probable es que continúe siendo una figura gravitante en el escenario político estadounidense. En este complejo contexto no pareciera ser una preocupación baladí preguntarse, como lo hace Habermas, por el significado de la “maravillosa idea” de Kant sobre la condición cosmopolita.

Opinión

Bajo presión

nuestros actores políticos deberían aprender una lección: cuando las cosas que deben hacerse no son hechas de propia iniciativa, lo más probable es que más tarde tengas que hacerlas bajo presión

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