América Latina debe prepararse para brotes recurrentes del coronavirus en los próximos dos años
La agencia de la ONU para la salud en la región señala que a menos que se supere esta crisis […]
La agencia de la ONU para la salud en la región señala que a menos que se supere esta crisis […]
El organismo económico para la región estima que este cierre masivo costaría 8,5 millones de empleos y aboga por una
En esta columna Sergio Bitar conceptualiza la crisis sanitaria, económica y ecológica como una oportunidad para impulsar un cambio sustancial en nuestra manera de vivir y organizar nuestra sociedad. La materialización de esta oportunidad supone el desarrollo de nuestras competencias para poder reconocer los inmensos problemas comprendidos en el cambio climático, la evolución de la desigualdad , las amenazas que asedian a la democracia y la debilidad de los Estados-nación y formas de cooperación global hoy existentes. Luego propone varias medidas congruentes con la envergadura de esos problemas con especial referencia a América Latina.
Esta entrega se concentra en el análisis de dos factores de larga duración que están afectando dramáticamente la estabilidad de la clase media de bajos ingresos y de los estratos vulnerables, y que hoy se ven exacerbados por el COVID-19: se trata de la evolución de la desigualdad y sus negativos efectos en la pobreza, y del irresistible avance de la automatización que amenaza la existencia de las ocupaciones de la clase media. Esta evolución de larga duración también exige una respuesta que va mucho más allá de las medidas focalizadas en la coyuntura crítica sanitaria. En este sentido, las propuestas de Alejandro Foxley, a diferencia de muchas otras, presentan un análisis muy complejo de las condiciones necesarias para facilitar el tránsito de la clase media vulnerable a la clase media consolidada.
Un informe de la agencia de la ONU para la alimentación concluye que el sector agroalimentario se comportará mejor que
La agencia de la ONU para la salud asegura que el mundo está en una etapa muy peligrosa porque el
Más de 55 millones de empleados domésticos, de los que 37 millones son mujeres, afrontan una difícil situación por las
En esta columna, Agustín Squella escudriña los distintos significados de república para, finalmente, resaltar que la discusión de una nueva constitución es una gran oportunidad para preguntarnos qué queremos decir exactamente con el título que volverá a tener nuestra carta fundamental, “Constitución de la República de Chile”.
En esta columna, Pedro Serrano caracteriza la evolución de la pandemia resaltando algunos de los desafíos que sobrevendrán en la postpandemia en los ámbitos de la producción de alimentos, la nueva arquitectura y la conectividad. En el campo de la producción de alimentos, señala “en esta área es y será el 54% de la población trabajadora de Chile que desarrolla un empleo informal, emprendimientos por necesidad, microempresarios, venta callejera y servicios informales desde la jardinería, la estiba, los cargadores, la construcción, el servicio doméstico, etc., que está quedando sin opción de ingreso diario, por lo que, dadas las restricciones y cuarentenas, tendrán poco acceso económico a los productos y dependerán de medidas estatales para no agregar el hambre a los problemas de la pandemia”.
De acuerdo a LyD y CEPAL, los estratos medios de ingresos bajos y vulnerables ascenderían a más de la mitad