Estudio sobre el conflicto social (3): ¿Podrá sobrevivir la clase media?
De acuerdo a LyD y CEPAL, los estratos medios de ingresos bajos y vulnerables ascenderían a más de la mitad […]
De acuerdo a LyD y CEPAL, los estratos medios de ingresos bajos y vulnerables ascenderían a más de la mitad […]
La caída del número de imputados por hurto falta (-49,7%), hurto simple (-39,2%), robo con intimidación (-33,5%), robo en lugar habitado (-16,6%), robo con sorpresa o “lanzazo” (-40,7%), y robo en bienes nacionales de uso público o sitios no destinados a habitación (-31,2%) se debería a que muchos de quienes cometían estos delitos redirigieron sus actividades delictuales hacia el saqueo, aprovechando el caos de las primeras semanas del estallido social.
Estos datos reafirman nuestra hipótesis en el sentido que dichos imputados están más vinculados a la delincuencia común que a supuestos actos de carácter antisistémico.
Desde las primeras horas del estallido del conflicto social, se produjo una ola de saqueos. Si bien su intensidad ha ido decayendo, luego de 6 semanas de movilizaciones ciudades como Concepción, el Gran Santiago o Valparaíso siguen enfrentándolos de manera casi diaria […] Esta visión general nos podría ayudar a distinguir entre tipos de saqueadores, los motivos de su conducta y las respuestas deseables y posibles que favorecerían su reincorporación como miembros de la sociedad.
Mil gracias, profesor Wallerstein, por haber tenido la suerte de ser su alumno, y por haberlo recibido el año 2015 en la PUCV. Desde el Foro Valparaíso continuaremos divulgando su visión de las ciencias sociales.
Las políticas de privatización desregulada son parte de un diseño ideológico y político cuyos riesgos y consecuencias son difícilmente conciliables con los principios igualitarios de un Estado constitucional, social y democrático.
El libro ha sido dividido en tres partes: la primera expone los modelos de desarrollo en la era global de la información; la segunda contiene varios estudios de caso, y la tercera presenta una reconceptualización del desarrollo y en especial, el significado de la dignidad como desarrollo. Especial participación cabe en esta parte a Pekka Himanen y Fernando Calderón.
“Adela Cortina sostiene que los principales desafíos que enfrenta la universidad en el siglo XXI es la formación en humanidades, entre las que destaca la filosofía, historia, literatura y arte. El saber humanista nos haría más competentes para orientar las ciencias naturales y sus aplicaciones tecnológicas y las ciencias sociales en la promoción de la sociedad cosmopolita idealizada por Kant como una sociedad capaz de acoger todos los seres humanos y garantizar la paz entre todos los pueblos. En su expresión más radical acabaría con la distinción entre ciudadanos y personas y establecería fuertes exigencias en términos de la justicia distributiva e intergeneracional”.
Dando continuidad a nuestra conversación con Agustín Squella sobre la igualdad real de oportunidades, esta columna sostiene que tal igualdad sólo podría realizarse si se otorgara una clara preferencia a los grupos menos aventajados. Esto exige la estricta observancia de los principios de justicia distributiva porque el mercado desregulado, las contingencias familiares y la suerte producen de manera mecánica desigualdades arbitrarias que la mera meritocracia no es capaz de resolver.
“… la constatación del surgimiento de nuevos nacionalismos xenofóbicos no nos debe desanimar en nuestra búsqueda de una sociedad cosmopolita en la cual podamos conciliar los rasgos identitarios del nacionalismo con la moral universal en que descansa el ideal de la sociedad cosmopolita. Como dice Ulrich Beck, un nacionalismo sin la aceptación de una moral universal es un nacionalismo ciego y un cosmopolitismo que no reconozca lo identitario es un cosmopolitismo vacío”.
Quizás nos estamos acercando a un periodo de bifurcación histórica, como dice Immanuel Wallerstein. Pero no sabemos si lo que resultará de la inminente crisis es un sistema mejor o peor al que ya tenemos. La única certeza que tenemos es que el cambio se producirá, y muy a su pesar, el presidente Trump no podrá evitarlo.