Hay que escuchar “tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres”
El papa Francisco ha partido, pero nos ha dejado un claro mensaje: no puede haber justicia sin justicia ambiental, ni desarrollo sin dignidad. En tiempos de crisis global, su legado permanece como una brújula ética y una esperanza activa. Porque, como él mismo escribió en Laudato Si’, hay que escuchar “tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres”. Y nosotros, como humanidad, aún tenemos la oportunidad –y el deber– de escucharlo.