Valparaíso y altamar planetario

Valparaíso, el mítico puerto del sur del planeta, tiene una oportunidad histórica única: será relevante en la bioconservación planetaria de los océanos. Esto puede cambiar completamente la cara de la ciudad, reconocida como ciudad universitaria y ahora posiblemente reconocida como la Secretaría de la Bioconservación Oceánica Planetaria.

Pedro Serrano R.
Director Unidad de Arquitectura Extrema, UTFSM. Presidente de Fundación TERRAM para el desarrollo sustentable. Socio del Foro de Altos Estudios Sociales Valparaíso

El “Tratado de Altamar para la Conservación de la Biodiversidad más allá de las áreas de Jurisdicción Nacional (BBNJ) corresponde a todos los maritorios que no están en la jurisdicción de un país en particular, por ejemplo; Chile reconoce 200 millas de maritorio en su jurisdicción, más un contorno de Isla de Pascua y las islas de Juan Fernández y archipiélago de las desventuradas, ha declarado santuarios marítimos e intenta supervisar esos vastísimos maritorios.

Sin embargo, la distancia entre Valparaíso y Sidney es de 13.458,34 km, aproximadamente 8.300 millas de Océano Pacífico, el más grande del planeta, por donde navegan múltiples rutas comerciales, flotas pesqueras y flotas navales, embarcaciones de distintos países sin jurisdicción en dicho océano. Eso es altamar, y en este artículo veremos la propuesta que Chile hace para que la ciudad Valparaíso sea la sede de la secretaría del Tratado para la Conservación de la Biodiversidad de las Áreas Oceánicas del planeta.

En dicha propuesta que ya ha hecho la cancillería chilena y cuenta con el apoyo del Municipio Local, el Consejo Regional y el presidente de la República de Chile Don Gabriel Boric, competimos sólo con Bélgica, un país del Norte, ventaja para Chile, que está en el hemisferio Sur y frente al océano más grande de la Tierra.

Si todo esto resulta bien, Valparaíso, el mítico puerto del sur del planeta, tiene una oportunidad histórica única: será relevante en la bioconservación planetaria de los océanos.

Océanos hoy con islas de plástico, donde transitan manadas de ballenas, delfines, tortugas, grandes cardúmenes de peces de interés comercial, moluscos, pulpos, clamares gigantes, bosques de algas, plancton y fitoplancton, recursos mineros, y donde están las mayores profundidades del planeta. (la Dorsal de Nazca, por ejemplo)

Los océanos de la Tierra tienen la mayor diversidad de seres vivos del planeta. Allí está buen parte de la solución del cambio climático y la amenaza del calentamiento global.

La responsabilidad y dimensión de una empresa de esta importancia global es nacional y el trabajo de una secretaría de este estilo supera todo lo que haya hecho Valparaíso hasta ahora. Se requerirá de recursos estatales, recursos internacionales, conexión con cancillería, profesionales multinacionales, un edificio verdaderamente relevante. Acceso a redes de internet, satélites globales y muchísima investigación científica transdisciplinar internacional.

Esto puede cambiar completamente la cara de la ciudad, reconocida como ciudad universitaria y ahora posiblemente reconocida como la Secretaría de la Bioconservación Oceánica Planetaria.

Durante el proceso de negociación, Chile desempeñó un papel activo al promover objetivos ambiciosos y coordinarse eficazmente con instancias regionales y sectoriales relacionadas con alta mar.

El Acuerdo BBNJ tiene como objetivo fortalecer la gobernanza oceánica, desarrollar políticas para la conservación y sostenibilidad de la biodiversidad marina, incluyendo áreas marinas protegidas en alta mar. 

Además, el acuerdo promueve el uso sostenible de los recursos genéticos marinos y busca evaluar los impactos ambientales, así como la distribución equitativa de beneficios, garantizando que los países en desarrollo también se beneficien.

“Creemos que este tratado es un logro crucial para el derecho internacional y para la protección del océano. Entre otras razones, sin BBNJ sería casi imposible cumplir el objetivo de 30×30, que consiste en proteger al menos el 30% de todos los ecosistemas terrestres y marinos para 2030”, Alberto van Klaveren, ministro de Relaciones Exteriores.

Para que el BBNJ entre en vigor, se requiere la ratificación de 60 naciones. Muchos países, incluyendo pequeños estados insulares en desarrollo y la Unión Europea, han mostrado su apoyo para que esto ocurra lo más pronto posible.

Valparaíso, como ciudad universitaria, con mucho trabajo de investigación oceánica, con nuevos barcos de investigación, con una buena red de fibra óptica, internet de banda ancha y acceso a información satelital, puede hacerse cargo de esta secretaría, Se necesita un buen proyecto de infraestructura, personal capacitado, recursos para optimizar todas estas instalaciones. En resumen, un sentido global trascendente para Valparaíso, trabajo para muchos profesionales, manejo de big data, crecimiento universitario.

La conservación biológica de todos los altamares del planeta será realmente un proyecto de ciudad global que lo cambiará todo en nuestro desarrollo comunal.

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