Crisóstomo Pizarro – Meritocracia y democracia no significan lo mismo
Dando continuidad a nuestra conversación con Agustín Squella sobre la igualdad real de oportunidades, esta columna sostiene que tal igualdad sólo podría realizarse si se otorgara una clara preferencia a los grupos menos aventajados. Esto exige la estricta observancia de los principios de justicia distributiva porque el mercado desregulado, las contingencias familiares y la suerte producen de manera mecánica desigualdades arbitrarias que la mera meritocracia no es capaz de resolver.