Un mes después

A este primer mes hay que hacerle las cuentas con justicia, con objetividad, y para ello es preciso informarse de todo lo ocurrido en la Convención y no solo de algunos episodios reprobables que han impactado a la opinión pública. A pesar de estos, el hecho es que la Convención está empezando a caminar cada día mejor.

Hay 155 personas, y muchas más, que, como se lee en los avisos camineros, están trabajando para usted, o sea, para el país.

Agustín Squella N.
Profesor de la Universidad de Valparaíso. Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales. Socio del Foro de Altos Estudios Sociales Valparaíso

¿Para qué vamos a engañarnos? La partida de la Convención Constitucional no anduvo bien, y eso por varias causas: fallas graves en el apoyo logístico que el gobierno tenía el deber de prestarle; algún grado de desorden e improvisación de la mesa; declaraciones destempladas de algunos constituyente; aprovechamiento de los plenarios para proclamas y para una muy reiterada expresión de la identidad individual y colectiva  de los constituyentes; y, sobre todo, falta de reglas previas para un inmediato y eficiente trabajo de la convención

La constitución de la mesa tuvo lugar el domingo 4 de julio, bajo la impecable y hasta ejemplar dirección de Carmen Gloria Villanueva, funcionaria del SERVEL. Ella fue aplaudida de pie por todos los constituyentes y por cada chileno que siguió la ceremonia por televisión, y lo que entonces fue celebrado de esa manera fueron ciertos atributos de la anfitriona que los constituyentes estamos tratando de emular: orden, formalidad, contención, templanza, lenguaje apropiado, prudencia, para así no perder de vista el triple objetivo que tenía el acto de aquel día: que los constituyentes aceptáramos el encargo para el cual fuimos elegidos, que se declarara oficialmente constituida la Convención, y que se eligiera a quienes ocuparían la presidencia y vicepresidencia de la mesa.

En el caso ahora de la Convención, una vez constituida, su objetivo es estudiar, debatir, acordar, redactar y proponer al país una nueva Constitución.

Pero haber quedado formalmente constituida no significa que la Convención estaba ya instalada. La instalación es un proceso que se inició el 4 de julio, que ha tomado ya un mes y que muestra avances significativos. La formación de distintas comisiones provisorias, entre las que se cuenta la que tiene el encargo de estudiar y proponer al peno de la Convención el reglamento de esta. Los coordinadores de las distintas comisiones informaron al pleno de sus avances en sesión del 3 de agosto y todos coincidieron en destacar que han trabajado bien, con altos grados de acuerdo y con una muy buena disposición de todos sus integrantes. Mi experiencia personal en la Comisión de Reglamento ha sido también exactamente esa.

Entonces, el balance es positivo, por mucho que lo que suela trascender a través de los medios sean más bien algunos aspectos  negativos de lo que va corrido del trabajo de los constituyentes. A este primer mes hay que hacerle las cuentas con justicia, con objetividad, y para ello es preciso informarse de todo lo ocurrido en la Convención y no solo de algunos episodios reprobables que han impactado a la opinión pública. A pesar de estos, el hecho es que la Convención está empezando a caminar cada día mejor.

Tanto quienes votaron Apruebo como Rechazo pueden tener confianza en que la nueva Constitución va, a pesar de que todavía no se ha debatido sobre contenidos de ella. ¿Pero cómo hacerlo sin tener aún el reglamento de funcionamiento de la Convención que, entre otras materias, regulará lo relativo a la votación de tales contenidos’

Hay 155 personas, y muchas más, que, como se lee en los avisos camineros, están trabajando para usted, o sea, para el país.

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