La vida virtual y la inconsistencia del yo

“percibo que algo de mi yo se ha desmaterializado, por decirlo de alguna manera, siento mi ego tornándose un poco inconsistente. Es más, mi colectivo humano, los miles de estudiantes, profesores y asistentes de la universidad, con los que me cruzaba a diario, nos reuníamos en asambleas, comedores o pequeños eventos, las entidades, incluso mis vecinos del barrio, están también perdiendo “consistencia”.

Parte el año 2021, llevamos 10 meses de confinamiento, intentando ser rigurosamente disciplinados, respetando los protocolos establecidos, 10 meses sin cooperar con aglomeraciones o filas o encuentros de muchos en lugares cerrados, viendo a los nietos una vez al mes, a 2 metros de distancia, con mascarilla, guantes y protector facial. Después lavando todo rigurosamente. Comprando por internet y aplicando rigurosas desinfecciones a todo antes de ingresar a la casa, Haciendo teletrabajo, porque siendo privilegiados -y mucho-, tenemos los equipos, la conectividad la tarjeta y nuestras instituciones así lo permiten y solicitan.

Hasta allí todo bien, dentro de la emergencia global, donde sé que millones la pasan muy mal. Sin embargo, percibo que algo de mi yo se ha desmaterializado, por decirlo de alguna manera, siento mi ego tornándose un poco inconsistente. Es más, mi colectivo humano, los miles de estudiantes, profesores y asistentes de la universidad, con los que me cruzaba a diario, nos reuníamos en asambleas, comedores o pequeños eventos, las entidades, incluso mis vecinos del barrio, están también perdiendo “consistencia”.

Esa “consistencia”[1] se construye perceptualmente en el cerebro de cada uno. El ser humano percibe por medio de miles de sensores corporales los atributos del contexto en el que nos desplazamos físicamente. Gracias a los dos ojos, con 9 megapíxeles nítidos cada uno, miramos detalles con una sensación de profundidad y volumen, percibimos miles de colores y todo eso se guarda en nuestra memoria, se analiza por medio de millones de conexiones neuronales, que imbrican también percepciones de sonidos comunicativos, ruidos de fondo, sonidos del ambiente. También y simultáneamente, la consistencia del contexto se construye con frío, calor, dolor, presión, roce, cercanía, millones de olores, gustos, sensores hacia fuera y hacia dentro. Con todo eso, nuestro cerebro construye contextos con más o menos “consistencia”. Nuestro cerebro además, lo guarda lo racionaliza y genera formas de relación entre seres humanos. Relaciones que son además duales, puesto que mi yo y mi presencia son también parte del contexto de otros seres vivos que también perciben y construyen su consistencia multi-perceptualmente.

Escribo esto además, para mejorar mi propia consistencia, puesto que se que lo escrito perdura más que lo hablado y es una proyección posterior de mi presente. En estos momentos la mayor parte de mi relaciones con el contexto que “había construido” se hacen por whatsapp o zoom, donde un grupo de fotones reflejados por mi, más algunas ondulaciones en el aire producidas por mi garganta y boca se “transducen”, vale decir, se convierten en señales digitales, unos y ceros, que viajan fácilmente por todo el planeta y son reconstituidos y proyectados audiovisualmente por una pantalla de dudosa nitidez y un parlante de dudosa fidelidad. De la misma forma percibo las entidades, las fundaciones, los consejos, los equipos de trabajo, los amigos, la familia y los grupos con una densidad de información perceptualmente pobre que colabora con la “inconsistencia”  mutua.

Por fortuna estoy acompañado, tengo mascotas, salud, espacio, miles de libros, pinturas y colores, hay pájaros, plantas y árboles, gaviotas, música y mar, hago pan, cocino mucho y rico, digamos que la estoy pasando… Pero noto la falta de consistencia en aumento…

---

[1] 1. Cualidad de la materia que resiste sin romperse ni deformarse fácilmente.

“la consistencia del papel es menor que la del cartón”

2. Cualidad de lo que es estable, coherente y no desaparece fácilmente.

“al principio era un centro de reunión y debate, pero tras la publicación de su primer manifiesto teórico, adquirió consistencia como una escuela con concepciones propias sobre la ciencia”