“la ciudad no está preparada para olas de calor mayor -hasta ahora inéditas-, tiene pocos recintos mayores con aire acondicionado, muchas casas ni siquiera tienen ventilador, en las tomas y viviendas irregulares de las partes altas de Valparaíso, techos metálicos paredes sin aislación. Estas viviendas en extremo precarias pueden ser térmicamente mortales. La ciudad y sus ciudadanos no están acostumbrados ni cultural ni técnicamente a enfrentar el calor extremo. El calor extremo, además, exige mucha agua potable, lagunas, fuentes urbanas y energía eléctrica y sobre todo. áreas verdes consolidadas, en eso está todo mal en Valparaíso. Y es de esperar que no haya grandes incendios…”